Nosotros

Nosotros

En 1998, un grupo de personas que trabajamos en el Gobierno Vasco y Osakidetza nos planteamos expresar nuestra solidaridad con las situaciones de pobreza y marginación existentes a nuestro alrededor y, con especialmente, en los países más pobres del mundo. Para ello, aprovechando nuestro medio de trabajo como ámbito de participación y expresión de solidaridad con los más desfavorecidos, decidimos adherirnos a la reinvindicación generalizada del 0,7 %, creando un Fondo de Solidaridad. Así, por coherencia personal con la reivindicación, los trabajadores y trabajadoras que nos adherimos a la iniciativa, dedicamos el 0,7 % de nuestra nómina a la financiación de proyectos de cooperación.

Objetivos

Los objetivos que nos marcamos son básicamente dos:

  1. Fomentar la solidaridad del colectivo de trabajadores del Gobierno Vasco y Osakidetza con las situaciones de marginación y pobreza, a través de campañas de sensibilización.
  2. Recoger fondos para financiar programas de desarrollo.

¿Qué es y qué significa la plataforma 0,7% y +?

En el origen de la plataforma está la situación de diferencia e injusticia brutal existente en las relaciones internacionales entre los países pobres y los países ricos, en un mundo cada vez más interdependiente. La plataforma del 0,7% y + nace de la constatación de la situación grave de pobreza, miseria y hambre en la que hoy viven cientos de millones de personas del planeta, y de la asunción de las responsabilidades que atañen a nuestros gobiernos, sociedades y a todas nosotras y nosotros en el mantenimiento de estas situaciones.

La campaña del 0,7% y + tiene como objeto, en primer lugar, despertar y desarrollar nuestra conciencia solidaria con las poblaciones más empobrecidas del planeta, y en segundo término, reivindicar ante el Gobierno y las instituciones el que los presupuestos generales del estado contengan anualmente una partida equivalente, al menos, al 0,7% del producto interior bruto (PIB), cuyo destino será la financiación de programas y proyectos de cooperación al desarrollo y solidaridad con las poblaciones más empobrecidas del planteta.

¿Cuál es el punto de partida?

La distribución de la riqueza en el mundo está sujeta a una enorme desigualdad económica entre los países del Norte y del Sur, entre los países ricos y los países pobres. Los países del Tercer Mundo sufren una situación de pobreza generalizada que afecta a los individuos, los grupos sociales y a sus infraestructuras. Esta situación es la causa de la imposibilidad casi absoluta de que, tanto como individuos y como grupos, puedan desarrollar sus posibilidades. Esta situación es la causa directa por la que no pueden desarrollarse las personas ni los colectivos de dichos paises.

¿De dónde sale la cifra del 0,7%?

Una de las consecuencias extremas de esta situación injusta es el hambre, que afecta a millones de personas. El hambre como fenómeno colectivo ha existido siempre. Pero lo peculiar del hambre de nuestro tiempo es que se concreta en determinados pueblos y países, como algo endémico y que no se debe, en términos generales, a catástrofes naturales o guerras, sino que tiene causas políticas y de falta de solidaridad. Es decir, que es evitable.

En 1960 se estimaba que 40 millones de personas morían como consecuencia del hambre, de las cuales 17 de millones eran niñas y niños. Hoy en día la situación no ha mejorado sustancialmente. Con ocasión de la cumbre de la alimentación celebrada en Roma en 1996, la FAO denunció que hay en el mundo 840 millones de personas que sufren hambre severa, 200 de ellos niños, mientras que otros varios millones sufren enfermedades relacionadas con insuficiencias en micronutrientes y con la contaminación de alimentos y agua. Cada día una de cada cinco personas del mundo en desarrollo no puede obtener el alimento necesario para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, según la FAO, en el mundo hay alimentos suficientes para todos.

La ONU,en 1961, instó a las naciones industrializadas a adoptar medidas con objeto de asignar el 1% de sus ingresos nacionales a la financiación pública y privada de las necesidades del mundo en desarrollo. Posteriormente este objetivo se modificó y pasó a serl el 1% del PNB de los países desarrollados, aprobándose al fin por consenso que fuera el 0,7% del PNB, meta que no ha sido alcanzada por casi ningún país.

Las reividincaciones de la Plataforma del 0,7% y +

  1. Que las instituciones del estado, comunidades autónomas y ayuntamientos dediquen anualmente una partida equivalente, al menos, al 0,7% del PIB a la cooperación y solidaridad con las poblaciones empobrecidas del planeta.
  2. Que dicho importe se destine a programas y proyectos de desarrollo, respetuosos con el medio ambiente, cuyos fines sean la satisfacción de las necesidades básicas (alimentación, sanidad, educación, infancia, …), el fortalecimiento del tejido organizativo de la sociedad civil, la potenciación y defensa de los derechos humanos, de las minorías étnicas y de la mujer y promover las activididades de educación al desarrollo y la solidaridad en nuestras sociedades, quedando teminantemente prohibida su utilización en aquellos otros que, directa o indirectamente, estén relacionados con fines militares y/o comerciales.
  3. Que se cree un Consejo Estatal para la Cooperación y la Solidaridad compuesto por organizaciones no gubernamentales para el desarrollo, organismos de solidaridad y otros agentes relacionados con la cooperación al desarrollo. Entre sus funciones estarán las de fijar los criterios y prioridades para la distribución del 0,7%. Así como el seguimiento de los programas y proyectos financiados. La transparencia, la racionalidad y el control público serán los principios que guiarán la gestión de estos fondos.
  4. Que se elabore una Ley para la Cooperación al Desarrollo que recogerá los principios básicos anteriormente mencionados, y cuyo fin será el de regular todas las acciones y programas enmarcados en el ámbito de la cooperación a cargo de fondos públicos. Los criterios de calidad y transparencia en la cooperación pública regirán este marco legal, que nunca podrá ser utilizado para fomentar actuaciones que contengan otros interereses ajenos a la propia cooperación solidaria y desinteresada, o cuyo fin último no sea el propio desarrollo de los pueblos empobrecidos y la potenciación de la solidaridad en nuestras sociedades.
  5. La apertura de un riguroso debate público y social, y que, desde criterios de justicia y solidaridad, asegure la toma de medidas drásticas y urgentes para solucionar el creciente empobrecimiento de los pueblos del Sur generado por la Deuda Externa. El Gobierno Español se comprometerá a defender estos planteamientos en todos los organismos y foros internacionales.
  6. Las partidas de los Presupuestos Generales destinadas a actividades y usos militares serán reducidas sustancialmente de forma progresiva. El importe de esa reducción se destinará a incrementar la partida de la cooperación al desarrollo y a aquellas otras relacionadas con fines sociales, tales como prestaciones para desempleo, bienestar social, medio ambiente, salud y educación.